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No soy el unico loco:

viernes, 31 de diciembre de 2010

INCOHERENCIA INTERNA

Un dicho popular dice: tu peor enemigo eres tu mismo; parafraseando esta frase digo que el peor enemigo es la incoherencia interna.

Una forma de incoherencia interna es el auto insulto.
Cuando en nuestro discurso o accionar hay contradicciones nos auto desacreditamos y esto nos hace culpables según nuestros propios criterios y juicios.
Cuando ponemos en manifiesto una determinada postura y luego hacemos algo en discordancia nos estamos insultando a nosotros mismos. Tengamos cuidado a la hora de reprender porque quizá en la misma reprensión estamos refutando nuestro comentario. A veces al amonestar creamos un circuito de comunicación cerrado en el cual están de más las palabras ya que nosotros mismos nos ponemos en ridículo.
Algo muy gracioso es identificar el constante auto insulto público existente. Tal es la frecuencia de ocurrencia que casi ni tenemos que molestarnos en contestar o enojarnos ya que cualquier persona con sentido común y visión clara de los hechos se daría cuenta de que inconscientemente la contraparte está dándonos la razón. Un gran alivio en el soportar el durante es la risa ocasionada por estas situaciones ¿Qué más podemos hacer que reírnos?

BASTA DE CHÁCHARA

El mundo está sobre poblado de personas carentes de rumbo, deseosos por escapar de su patética existencia y ansiosos por encontrar algo a lo cual seguir. Esto da como resultado la divagación no objetiva en los discursos cotidianos así como la mediocridad expresada libremente ante la impunidad de la ignorancia.
La tendencia de vagar confusamente por diferentes temas sin filtro alguno es cada vez más frecuente y atenta con la productividad y el aprovechamiento del tiempo y esfuerzos.
La cháchara se alimenta de la repetición compulsiva e innecesaria, la carencia de relevancia en los comentarios, las preguntas con respuesta obvia, la pérdida de vista del tema central y el exceso de palabras sin contenido.
Obviamente no puedo pretender que todos posean la capacidad de ser objetivo y dominen el poder del resumen; pero considero un requisito mínimo, como paso previo al hablar, el pensar.

martes, 28 de diciembre de 2010

PONERSE EN EJE

Ponerse en eje es la acción de centrarse en lo que es el motor de nuestra existencia individual. La identificación del eje interno requiere de tiempo y procesos psicológicos lentos que nos hacen sufrir mucho dolor y nos dan madurez. Comprende el buscar y descubrir las razones que motivan nuestros sueños e invertir toda nuestra convicción personal en ellas.




El eje interno es fundamental en todo ser humano y crearlo exige inspiración, creatividad e invoca al poder de abstracción. Esa abstracción resultante es el resumen de nuestro ser, la fuente de nuestra energía y el propósito de nuestra existencia ¿Cómo logro descifrarlo? Lo descifro llevando los sueños a un plano de abstracción en salga a la luz el anhelo que hay detrás. Entonces, la coherencia interna crea el eje y la razón humana esquematiza el eje en sueños a realizar.

Al lograr la abstracción máxima del alma uno se conecta con lo más puro de la existencia: el propio propósito. Hacerlo no es perder identidad sino alcanzar una identidad más verdadera y virtuosa a partir de la cual entendemos nuestro rol en el mundo. Actuar como demanda de nuestra esencia no es lo mismo que actuar como consecuencia de percepciones de la realidad externa. Proceder por impetración del ser nos da la potestad dadivada por el creador en el principio de los orígenes y transforma el miedo en coraje y valor.

Cuando estamos conectados con nuestro eje nos convertimos en nuestro propio respaldo, apoyo y solución. Obvio que esto no quita la necesidad de ayuda externa pero sí suprime la que es innecesaria.

Al encontrar nuestro centro podemos evolucionar, modificar estructuras, cambiar formas sin riesgo de perder nuestra identidad. Lo que importa es el contenido más que el continente. Por ello creo que la abstracción de nosotros mismos es la máxima expresión de la libertad e individualidad humana que no debemos dejar de experimentar.

Obtengamos el brillo propio que otorga el psiquismo bien fundamentado y armado a partir de la unión entre la coherencia y la razón. No nos salgamos de nuestro eje, intentemos buscar en lo cotidiano motivadores que unan nuestro accionar con esta fuente de auto conocimiento. Mantengámonos conectados con esta fuente que al alimentar nuestros sueños llena el ser.

RESENTIMIENTO

A lo largo de la vida nos toca vivir situaciones que si bien pueden ayudarnos a seguir adelante también pueden ocasionarnos trabas cognitivas con puentes recurrentes hacia el error.



Defino al resentimiento como el dolor sostenido en el tiempo, por incapacidad de elaborarlo, ocasionado por alguna situación concreta. El dolor no procesado sabe a injusticia y la magnitud de esta trae aparejado el rencor (resentimiento arraigado y obstinado) que desencadena alguna reacción reivindicadora o de venganza.

En ciertas ocasiones el resentimiento puede nacer a partir de una conducta ajena en respuesta a una acción o característica propia y esto puede llevar a la generalización de dicha conducta en la sociedad total. Esta suposición de que toda la sociedad, ante determinada actitud o característica mía, actuará de la misma forma conlleva a una secuencia de pensamientos, sentimientos y accionares equivocados y en discordancia con la realidad y nos convierten en acomplejados (personas que poseen una combinación de tendencias, emociones e ideas subconscientes que influyen inhibitoriamente en su personalidad y accionar).

Quiero hacer una diferencia entre los cuatro mundos que nuestra mente puede confundir: el mundo utópico, el mundo real, el mundo subjetivo y el mundo viable.

El mundo utópico es todo lo que creemos que el mundo debe ser. El mundo real es exterior a nosotros, la realidad pura sin ningún tipo de subjetividad que la desglose. El mundo subjetivo es todo lo que nosotros pensamos que es; invoca a nuestra forma de ver al mundo y todo lo que ponemos en práctica a la hora de la interpretación. El mundo de lo posible involucra todo lo que es posible hacer o cambiar del mundo real.

Siempre es bueno identificar el mundo al cual nos referimos para evitar malos entendidos, darle realidad a nuestro discurso, magnificar y ubicar nuestras opiniones y pensamientos.

Luego de vivir una situación que atenta con resentirnos, es un error muy frecuente confundir el mundo subjetivo con el real y más precisamente confundir las suposiciones con la realidad (creer lo que suponemos). Esto es un arma de doble filo ya que esa conjetura puede ser fidedigna como engañosa.

Las opiniones que hacemos basados en suposiciones defectuosas no hacen más que crearnos dificultades. Las opiniones que tenemos de los demás crear prejuicios, las opiniones que pensamos que los demás tienen de nosotros generan desconfianza o malentendidos y la opinión que tenemos de nosotros mismos es disparador de problemas. Entonces, es importante ser cuidadoso con la visión de la realidad ya que una mala interpretación puede conducir a una cadena de cogniciones no coherentes con la realidad.

Las suposiciones y posteriores opiniones deben estar sujetas a la realidad y estar expectantes a los constantes cambios que experimenta (realidad actualizada). Cuando no somos conscientes de los cambios sociales, la acción que provocó en nosotros dolor vuelve a repetirse pero no desencadenada por factores externos sino por la formación de puentes cognitivos internos que recurren a ese sentir y nos convierte en resentidos. Tal vez si nos ponemos a pensar en aquella acción que nos trajo tantos problemas nos damos cuenta que fue una pavada, tal vez viéndola desde un momento distinto de nuestra historia podemos dejarla atrás y superarla, tal vez evaluándola con mayor madures podemos hasta reírnos de ella y seguir adelante.

Tratemos de ajustar cada día más nuestras herramientas de percepción para eliminar lo más posible el error y llegar a la excelencia de percepción en la cual la interpretación sea tan amplia y razonable como la realidad.

Obliguémonos a poner en tela de juicio nuestras propias suposiciones, destruyámoslas a la luz de nuestra mejor arma: la razón. Perdamos el orgullo y desacreditémonos a nosotros mismos, bombardeemos nuestras opiniones de  todos los puntos posibles para descubrir las bases de ellas y clasificarlas (orientación personal, marco teórico, vivencias personales, cultura, etc.) para comprender mejor la raíz de nuestras formas de apreciación personal.

Cuando no evaluamos nuestras suposiciones nos convertimos en víctimas de nuestro pasado. Y la auto victimización nos cierra a todo el campo de posibilidades y nuevas formas que el cambio constante de la sociedad mundial nos ofrece.

No nos quedemos estancados en ese recuerdo que no nos permite avanzar. A ese evento desafortunado debemos fragmentarlo y racionalizarlo. Tenemos que esforzarnos por entender qué paso, respondernos todos los por qué existentes, adjudicarnos las culpas que correspondan y sobretodo aprender de ese suceso.

Nadie puede evitar que nos ocurran este tipo de eventos. Nadie puede evitar que nos resintamos. Pero lo que sí podemos hacer es elaborar ese resentimiento de forma tal que nos haga más fuertes y racionales. Usemos todo nuestro poder mental para trasformar algo malo en un beneficio permanente para en nuestra vida. Si bien el dolor tiene una connotación triste también tiene un potencial benéfico que puede ser utilizado para transformarnos. Pensemos en el dolor como un recurso fundamental para nuestra maduración y felicidad y no dejemos de utilizarlo para nuestro bien.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

HIJOS DEL RIGOR II

¿Se puede vivir en constante represión? Esto parece ser una carga muy pesada y difícil de llevar pero el rigor auto administrado puede tener una dinámica muy llevadera si sabemos utilizarla a nuestro favor.

Para realizar tareas que nos cuestan hay muchas herramientas que podemos utilizar para pautar su cumplimiento. La clave del asunto es llegar a verse a uno mismo como autoridad y así cumplir nuestras propias exigencias.

Lo bueno que tiene el rigor es que actúa activando el estímulo de lucha. Este estímulo nos mantiene desesperadamente ocupados en el camino y alejados de las distracciones.

Una de las herramientas que he experimentado en esta forma de auto control es la utilización de factores externos como rectores. Así, por decisión propia, nos estaríamos sometiendo en un aspecto a una persona para lograr lo que solos no podríamos.

En mi caso particular fue conseguir un grupo de estudio para leer los libros de medicina. Sólo me costaba mucho sentarme a estudiar pero descubrí que la presión grupal crea en mí la obligación.

Lo que hoy nos cuesta hacer y lo hacemos, mañana nos costará menos y al día siguiente menos aún, hasta llegar al día que lo haremos de forma automática sin tener que esforzarnos. La más difícil es la primera vez, dar el primer paso. Por eso soy un defensor de la rutina severa sostenida en el tiempo. Seamos auto exigentes, practiquemos acciones que nos cuesten y realicémoslas hasta hacerlas hábitos en nuestro diario vivir. Utilicemos el dominio propio hasta ingresar al piloto automático las acciones que hoy implican una pelea interna con nosotros mismos.

Entonces puedo decir que hay tres clases de rigor: el externo, el auto administrado y el inconsciente. El tema de este posteo son los últimos dos. Mientras más abusemos del rigor auto administrado menos esfuerzo requeriremos en el futuro para hacer lo que hoy nos cuesta. Obviamente que a lo largo del tiempo las acciones conflictivas serán distintas; tal vez cuando chicos nos costaba bañarnos o cepillarnos los dientes y ya al crecer esas acciones las hacemos por una demanda del rigor inconsciente pero aparecen nuevas acciones como: limpiar la casa, sentarse a estudiar, cocinarse todos los días, etc. Al rigor inconsciente es al que tenemos que aspirar ¿Cuál es el vehículo entre auto administrado e inconsciente? El dominio propio y el tiempo, en otras palabras, la rutina diaria.

No evadamos más nuestras responsabilidades y activemos nuestro accionar. No eludamos más la forma digna de vida que la razón nos otorga.

DIGNIDAD DE CRITERIO

¡No tengo por qué hacerme cargo de la subjetividad individual!

Creo que a la hora de evaluar están de más las suposiciones, juicios hechos desde la ignorancia, tergiversación de términos y generalizaciones. Sí corresponde que me ocupe de lo que es la realidad, de lo que es la fuente de las interpretaciones más que de las interpretaciones en sí (realidad de segunda mano). Lamentablemente la apreciación personal es un parámetro de evaluación cada vez más precario y deficiente; y esto da lugar a un margen de error considerable que le resta credibilidad a los juicios.
El problema de la subjetividad es el fundamento que la sostiene. Más allá del resultado final la deficiencia está en la estructura de razonamiento creado. Lo más común es saltarnos el proceso de pensamiento y creer una premisa primitiva.
Por ello es importante ser crítico de la crítica ajena y tratar de justipreciar los conceptos (construcción abstracta mental) y principios (articulación de diferentes conceptos) que utilizan.

Disentir en los conceptos es una razón muy frecuente de bifurcación en las cadenas de razonamiento. Por eso es útil comprobar que las definiciones básicas sean parecidas para detectar y magnificar la esencia de las concepciones divergentes.
La generalización es otro punto de discordia. No debemos olvidarnos que nuestras opiniones siempre apelan a nuestros antecedentes, es decir que están sometidas a las variables: tiempo, lugar y población. Por esta razón cuando el marco empírico es ignorado y generalizamos estamos evadiendo los fundamentos y embargándonos en su margen de error. Tratemos de permanecer abiertos a los antecedentes de otras personas y así más receptivos a sus opiniones.
Hablar desde la ignorancia parece ser moneda corriente en estos días. Creo que lo mejor ante una contraposición ignorante es guardar silencio y evitar la confrontación inútil.
Es indispensable tener en cuenta que nuestras suposiciones están sujetas a mucho sesgo y por ello no podemos concebirlas como parte de la realidad por más certeras que las creamos. Las suposiciones no son la realidad y no pueden ser el centro fundador de una opinión.
A la hora de la confrontación es difícil conseguir cambios radicales de perspectiva por lo que hay que tener en cuenta los condicionantes internos y limitantes contextuales de la contraparte para utilizarlos y gestionar una negociación.
Podemos ceder ante el intercambio de ideas de muchas formas, podemos flexibilizar las definiciones, detectar el eslabón disidente y contribuir a la construcción de un nuevo razonamiento mutuo. Esto es posible siempre y cuando ambas partes sean lo suficientemente flexibles como para no entrar en un juego de egos ni juicio de valores.
Es importante diferenciar las siguientes acciones: aceptar una opinión distinta sin llegar a compartirla, exponer el propio razonamiento para justificar una opinión y ayudar a razonar a alguien que no razonó cierta premisa.

Ante todo tenemos que crear un campo informativo neutral (saber la historia de ambas partes) y luego coronarlo con la tendencia individual. Pero por sobre todo hay que entender lo que es parte de la realidad (todo el marco informativo) y lo que es subjetivo (nuestra inclinación personal).
Descubramos la excelencia en la subjetividad. Tengamos en cuenta que lo subjetivo otorga el carácter de digno o mediocre a la información resultante. Por eso busquemos fundamentos sólidos y creemos un sistema evaluativo tan amplio que le de coherencia interna a nuestra subjetividad.

Entonces, defino a la dignidad de criterio como a un sistema de evaluación fundado en la libertad de razonamiento articulado dentro de un marco de información y definiciones válidas.

A veces tenemos que ser víctimas de la subjetividad mediocre de gente sin sentido crítico. Para estas situaciones tenemos la virtud del razonamiento maduro que actúa como escudo desacreditador de incoherencias públicas.
Cuando uno conoce su identidad no necesita demostrarle nada a nadie. Cuando uno sabe quién es y hacia dónde se dirige no se tiene miedo de ser minoría. Cuando uno se ocupa de ser es respaldado por la seguridad de los cánones originales.
La subjetividad infundada es un parámetro de evaluación al cual no es pertinente someterse. En otras palabras… no debo hacerme cargo de las apreciaciones personales de gente que no tiene dignidad de criterio.

sábado, 6 de noviembre de 2010

AUTORIDAD NO APTA

Cada día me convenzo más de que la autoridad no es tan calificada y razonable como debería serlo y esto contribuye al karma de tener que soportar el durante.
Hacer ejercicio de la autoridad (en cualquier disciplina) involucra un compromiso que trae aparejado derechos tanto como deberes. Pero, lamentablemente, la autoridad de turno se centra en sus derechos más que en los deberes y establece un marco de injusticias, malos procedimientos y falta de empatía para con sus subordinados.
Esta incoherencia en la actualidad es abordada desde el lado de la resignación a tal punto que hoy cuando la autoridad hace lo mínimo que le corresponde hacer es admirada y puesta como ejemplo. Esta admiración califica de excelente a un ente que hace no más que lo mínimo que le corresponde hacer ¿No es esto promotor de la comodidad, de las bajas expectativas y la mediocridad?

Parece ser que la gran mayoría de personas (con y sin autoridad) en el mundo hacen aún menos de lo mínimo que deben; esto conduce a que cuando alguien cumple con sus deberes básicos sea venerado como si hubiese realizado tal hazaña ¡No! ¡Ninguna hazaña! Hace lo que le corresponde hacer. Basta de admirar vidas mediocres, basta de idealizar personas que no son dignas de ello.

Para entender más la dinámica sobre la cual quiero arrojar luz voy a poner el siguiente ejemplo:
Cierto Sr. quiere contratar un gerente para su heladería ya que quiere abrir nuevas sucursales y debe viajar con frecuencia fuera de la ciudad. Al emplearlo le advierte de lo que busca y espera de él y establece el marco de reglas en donde ambos se van a mover para un óptimo desempeño. Entonces, si el gerente:
• …hace las cosas mal significa que no hace lo que se le pidió.
• …hace las cosas bien no va a estar haciendo otra cosa que cumplir con lo acordado.
• …hace los cosas excelentemente significa que hace lo pautado y aún más.

La primera posibilidad es propia de personas acostumbradas a no hacer nada o poco y mal, y aún así esperar recompensas. No creen en el valor del esfuerzo pero si en la mediocridad de la comodidad.
La segunda posibilidad alude a personas comunes y típicos futuros estándares, que se comprometen pero no tienen iniciativa propia. Son gente que va a lo seguro y siguen pasos.
La tercera posibilidad hace referencia a seres dignos de ser admirados. Son gente emprendedora que se someten al riesgo de lo nuevo y están destinados a ser seguidos por los demás (personas de la segunda posibilidad).

Si extrapolamos la autoridad a un ambiente más grande el asunto se hace más complejo.

En democracia, cada ente autoritario es electo por un grupo de personas. Desde la presidencia de la nación hasta el cuerpo directivo de una facultad, la autoridad electa tiene a su cargo personas que esperan que cumplan con sus deberes.
Si bien es cierto que todos somos humanos y nos equivocamos hay cosas que a la autoridad (dejando de lado la empatía por un momento) no se le puede perdonar (no dejar pasar de largo). Este “no perdonar” involucra a la crítica constructiva de los subordinados haciendo ejercicio del juicio constante en un marco democrático. Hay que tener en cuenta que a la hora de la crítica objetiva, no se puede justificar las cosas malas hechas con las cosas buenas (sus deberes).

Hay que aprender a ver a la autoridad como entes sujetos al constante criterio de evaluación personal ¡Aprender siempre es una forma de cambio! La evaluación constante permite, en libertad de expresión, que ambas partes se enriquezcan mediante el ejercicio de la empatía mutua.

Tratemos de no caer en la parálisis operativa por el desánimo que a veces causan ciertas situaciones. Consideremos los modos de interacción con la autoridad ya que las asperezas provocan endurecimiento y esto evita el cambio. Sin presiones contemplemos las cosas malas desde la construcción, las cosas buenas desde el agradecimiento y las excelencias desde la admiración.

La autoridad tiene la obligación de respetar la integralidad individual y la capacidad de juicio independiente. Pensemos que si bien los sistemas de autoridad tienden a instituir la asimetría antropológica ambas partes pueden cumplir su rol activamente para mejorar el resultado final del sistema.

jueves, 4 de noviembre de 2010

EL JARDÍN DE LUCIFER

Luego de la rebelión universal todos los seres creados quedaron divididos en dos bandos: los ángeles caídos y los ángeles divinos. Así nació una nueva fuerza, la fuerza de las tinieblas; la cual sembró dudas de la autoridad divina.
Entonces, todos los ángeles quedaron expuestos al beneficio de la duda pero manipulada con engaños; la peor amenaza existente: la duda controlada por el mal.

Nota: este largo período de incertidumbre se extendería hasta el momento de la muerte de Cristo. En ese entonces quedaría demostrado universalmente las intenciones de príncipe de las tinieblas y se vería la máxima expresión de la rebelión: la mutilación del cordero de Dios y el imperdonable sacrilegio que esto implicaría.

Para probar su justicia y defensa de la libertad individual, Dios dio a cada ser creado la posibilidad de elegir (libre albedrío). Así, permitió el ingreso del árbol de la ciencia del bien y del mal en cada mundo creado. Aún sabiendo que la elección errónea de alguno de sus hijos los conduciría a la muerte, tubo respeto y no se las negó.

Aquí es donde empieza el tema central del posteo de hoy… nuestro planeta.

En el principio de este mundo, Dios creó los cielos, la tierra y todo lo que hay en ellos. Según el relato bíblico “vio Dios que era bueno”. Todo lo que había sido creado era bueno y pensado para el bien. Pero la obra creadora de Dios no terminó ahí; a modo de broche de oro formó al hombre del barro y le dio potestad sobre todo lo creado aquí.
Todo era perfecto, pero aún así en el medio del jardín del Edén se encontraba aquel árbol que atentaba con los seres humanos.

Desde la perspectiva del diablo, si me pongo a pensar en las herramientas que tenía para “seducirnos” al árbol (pecado) tengo que decir que tenía la batalla perdida. Haciendo un paralelismo entre esta guerra y una guerra markettinera se desprenden ciertos aspectos:

• En el jardín del Edén había de todo (alimentos, trabajo, educación, recreación, lugares, etc.), millones de opciones buenas para hacer. En contraposición había sólo una opción mala ¡Sólo una! Podríamos decir que tenían el 99,99% de opciones buenas y sólo el 0,01% de opciónes malas.
• Desde el punto de vista espacial puedo suponer que tenían miles de hectáreas de distracciones buenas y apenas unos 10-20 m2 del árbol de la tentación.
• Centrándonos más en el ámbito de los alimentos, tenían cientos y cientos de frutas y demás para competir con solamente una manzana (en el hipotético caso de que el fruto haya sido una manzana).

¿Cómo se compite en una guerra tan desproporcional?

Existen registros que mencionan a otros mundos, mundos no caídos, pero no precisamente el número de ellos. Probablemente estas desventajas hicieron que el Diablo sólo nos ganara a nosotros y no al resto de los seres creados en el universo.
Indudablemente esto nos convierte en un planeta que casi desde su fundación (desde el mordisco) fue acuñando una incoherencia muy original y dolorosa de la cual aún hoy pagamos las consecuencias ¡Qué gran esfuerzo y ejercicio de la originalidad pusimos en evidencia en ese entonces!
Ahora bien, una vez ganado el primer combate, Satanás fue lo suficientemente astuto para reinventar su tentación con el fin de aumentar su campo de influencia sobre nosotros.
Partiendo de la base de que Dios creó todo un ambiente de confort integral para los seres creados que los contempla en todas sus dimensiones; Dios se ocupó también de cuestiones como: la indumentaria, el alimento, la música, la ciencia, el saber, el ejercicio físico, lo espiritual, etc.
Si Lucifer se hubiese quedado de brazos cruzados, por ya haber ganado la primera batalla, hubiese contribuido a que la raza caída se arrepienta profundamente. Pero, muy diferente a esto, luego de la victoria contra los principiantes del linaje humano, tubo que recrear todo un escenario donde sostener su estilo de vida opositor. Esto conlleva a desvirtuar las bases, desordenar las estructuras, redefinir la normalidad, reinventar la realidad y crear un ambiente totalmente al revés del único hasta ese entonces conocido. No califico al Diablo como original pero si ingenioso e inteligente ya que supo subvertir la única realidad conocida con el fin de sostener en el tiempo su plan y seducir a la mayor cantidad de humanos (*). Trabajó duro para defender su postura y mantener su línea de engaños a punto tal de hacernos revivir y reelegir a cada segundo de nuestras vidas aquel mordisco tan desafortunado.
Esta situación, sumada a la ausencia de mentes receptivas a lo divino que trabajen para mantener, restaurar y volver a los patrones primarios, le adjudicó libertad a Lucifer para hacer incoherentes todas las esencias originales de este planeta. Es así como hoy vivimos en una suerte de mundo, completamente desvirtuado y repleto de absurdas burlas para lo que es la máxima abstracción de la raza humana: el propósito de su creación. A esta era la nomino como: el Jardín de Lucifer.

Dejando de lado el papel de víctimas quiero situarme en el papel de responsables y participantes activos de esta situación. Esta perspectiva desdramatiza los hechos y nos acerca a una realidad más objetiva.
En el principio fuimos tan osados y curiosos que entramos en el campo de influencia maligna (el ínfimo predio que ocupaba aquel árbol en el Edén) y elegimos la opción más insólita que nos ofrecía el jardín. Esto nos convirtió en distinguidos, seres con elecciones discrepantes y totalmente no predecibles ¡Lástima que esta distinción y originalidad nos inclinó hacia el mal! A lo largo de los años hemos repetido esa acción (en una primera instancia ocurrió por originalidad y luego por naturaleza). Acciones que nos conducían y nos siguen conduciendo al mal ¿Por qué no vamos a la esencia misma y no a las estructuras creadas a partir de la esencia? ¿Por qué hoy, cuando es fácil hacer lo malo, no somos originales y hacemos lo bueno? ¿Por qué no aludimos a esa esencia original que nos hizo caer en este conflicto, e invertimos la acción?

Lamentablemente para nosotros el hombre primario fue demasiado original, más original que pensante. Lo que en un primer momento fue originalidad hoy nos condena a una vida de consecuencias.
¿Es malo ser original? Es malo cuando la originalidad no es basada y fundamentada con la razón. La originalidad sin razón no está muy lejos de llevarnos a hacer cosas por impulso o instinto.

Seamos originales pero también seamos pensantes. Sepamos estar en el jardín de Lucifer, donde es fácil hacer lo malo y difícil hacer lo bueno, y pongamos en práctica la razón original que a mi entender es el principio del cambio.


*Vale decir que el hombre fue creado con el fin de “poblar el universo” y para ello fuimos dotados con de la función reproductora; función de la cual carecen los demás seres creados. La última gran batalla entre el bien y el mal tiene un número no variable del bando del bien (ya que la obra creadora de Dios ha cesado hasta resolver este conflicto) y el número del bando del mal es creciente. Matemáticamente hablando, el Diablo se juega su última ficha a que con su inteligencia sumado al número creciente de caídos pueda vencer al bien universal.

sábado, 16 de octubre de 2010

HIJOS DEL RIGOR

Lamentablemente todos tenemos la tendencia interna a hacer las cosas mal y por eso necesitamos de una autoridad que nos corrija y dirija. Nada mejor podemos hacer que aceptarla y someternos a ella. Es raro en mí (defensor de la individualidad, independencia y autorrealización) hablar de resignación al sometimiento pero a lo largo del posteo veremos que es la única opción.



La naturaleza humana nos adjudica la característica de necesitar de autoridad para que seamos educados, respetemos los derechos colectivos y cumplamos nuestras obligaciones. ¿O es lo más normal del mundo que los niños pequeños (seres que no tienen desarrollado el intelecto todavía lo suficiente como para actuar por razonamiento más que por instinto) sean educados, buenos, simpáticos, presten sus juguetes, no den trabajo a los padres, etc. etc.? Es un hecho que la raza humana necesita constantemente un tutor corrector de sus pasos para educarlos, encaminarlos y motivarlos.

Voy a dividir a los hijos del rigor en dos grandes grupos para entender más en profundidad la dinámica: hijos del rigor externo e hijos del rigor auto impartido. La diferencia entre ellos me avala al decir que soy un sometido sin dejar de lado mi individuad, independencia y progresismo.

Los hijos de la autoridad externa son personas acostumbradas a estar del lado controlado por el sistema de autoridad. Están destinados a luchar por sus ideales con la única herramienta primitiva y poco inteligente que poseen: la rebeldía adolescente. Son gente carente del sentido común suficiente para darse cuenta de las reglas de juego con las que se maneja la sociedad y esto los imposibilita a ser más que, en el más positivo de los casos, meros futuros estándares.

Esta gente necesita de un ente autoritario duro que constantemente, apelando a su inevitable humillación, les marque la manera correcta de proceder (que los rete). Lo que ellos nunca van a entender es la degradación que implica el someterse voluntariamente a un ente externo que los conduzca a hacer lo mínimo e indispensable que se pretende de ellos. Esto genera un vínculo áspero entre ambos y provoca en ellos resentimiento hacia toda forma de autoridad y poder. Internalizan una pelea y se hacen participantes desde el lado de la crítica destructiva (ataque ofensivo) en vez de actuar desde la crítica constructiva (acción cooperadora).

Tratando el otro grupo digo que ellos experimentan los beneficios del dominio propio. Alcanzar la virtud del dominio propio nos convierte en hijos de nosotros mismos (paso que corona al proceso de individuación) a lo que defino como el articular todas las fuerzas internas para ejercer poder sobre nosotros mismos, para ser nuestros propios directores y motivadores. El poder de auto motivación y auto sometimiento puede ser nuestro mejor aliado cuando es basado en el equilibrio perfecto entre el saber y la razón para evitar los excesos (auto exigencias excesivas o mediocres).

Para ello obviamente necesitamos de un sistema de autocrítica eficaz para lograr identificar nuestras falencias y así corregirlas. Este sistema de autocrítica debe estar libre de sesgos, complejos, preconceptos y prejuicios. Necesitamos una crítica neutral e independiente de cualquier factor alterante, no del pesimismo ni el optimismo, sino del realismo. Creo que el yo autoridad debe ser una unidad íntimamente conectada con la mayor expresión existente de razón. Lo cual es dirigirse a la ley natural del universo y la ley de la conciencia, fusionarlas con nuestro sistema de evaluación y auto someternos a ellas para cumplirlas y evaluarnos en el cumplimiento. De este modo estaríamos cumpliendo dos roles: el de autoridad y el de sometido. Esta dualidad y contraste es el mejor complemento de la individualidad sana y abierta.

Esta autoridad no sólo sirve para mantenernos en línea y madurar sino que también es útil a la hora de la evolución personal. Esta evolución la logro manteniéndome abierto y receptivo a nuevos modos de vivir y modos de ejecución de acciones que ya realizo. Esto se esquematiza así: mirar, evaluar, copiar, hacer, modificar e internalizar características y hábitos ajenos (todo un proceso de transformación). Ser creativo para inventar nuevas actividades al mismo tiempo que me proyecto globalizado en una vida cosmopolita. Siempre hay aspectos que mejorar y qué mejor que la auto motivación para activar nuestro potencial interno.

Si la dignidad es el pleno uso de la libertad ¿Al estar aceptando el sometimiento a una autoridad estaría perdiendo dignidad? Es inevitable estar bajo una autoridad, cualquiera sea, nadie en ningún momento está exento (padres, trabajo, gobierno, etc.). Directa o indirectamente todos nos movemos bajo sistemas de autoridad y poder (ligados a las reglas sociales mundiales) de los cuales no nos podemos desprender. Ahora bien, no tenemos que confundir libertad con libertinaje. La libertad nos da responsabilidad de lo que hacemos y dejamos de hacer, y el libertinaje es el descontrol (reino del instinto) ante la ley, la ética y la moral, es el abuso de la propia libertad con el inevitable atropello de la de los demás.

Si nos centramos en la libertad pronto caeríamos en el libertinaje y si nos centramos en la razón pronto nos convertiríamos en computadoras. Por eso estamos dotados con las facultades más adaptativas y elevadas que existen en el mundo. Hagamos uso de ellas para equilibrar estos 2 derechos con carga de responsabilidad.

Todos tenemos coherencia interna que explica nuestra forma de ser y proceder (cada ser humano es internamente coherente según sus propios patrones) por eso necesitamos de una verdad universal que unifique las coherencias personales y haga una realidad común de criterios evaluativos. Lo que une nuestras coherencias internas es la razón de la verdad universal. La razón es neutral, flexible y debería ser común para todos. Por eso todos somos coherentes pero lamentablemente no todos somos razonables.

Seamos razonables y hagamos uso del grado más puro de la dignidad humana, sometamos nuestra vida a los estándares más elevados de leyes y auto motivémonos para aplicarla hasta internalizarla en nuestras vidas.

viernes, 1 de octubre de 2010

PIONEROS: PERPETUACIÓN DEL SER

Los pioneros de la historia son reconocidos como grandes próceres, visionarios, héroes y modelos a seguir; pero esta realidad ulterior de ellos es muy distinta a las vivencias de su durante.
Este posteo va dirigido a mencionar otros aspectos del hecho de ser pionero; como el desarrollo de la individualidad no dolida y el no tener miedo de pagar el alto costo social que implica su posibilidad de ser para poder cumplir su misión y así perpetuarse a la eternidad.


Denomino pioneros a aquellas personas con visión de futuro y su correspondiente poder activador. Los entiendo como seres humanos con imaginación, creatividad e ideales que visualizan sus ideas en sueños y los esquematizan en un proyecto de vida que se convierte en su razón de existencia. Los veo como personas abstraídas de la realidad actual e inmersas en un futuro alternativo del cual ellos son responsables. Esto los convierte en nada menos que encargados crear dèjá vu públicos. Los pioneros son personas con motivos para la grandeza, capacidad para la perfección y potencial para la gloria.


En la India se formó una gran base del conocimiento anatómico de la medicina actual. Fue el médico indio Cháraka quien llevó acabo exploraciones anatómicas completas en cadáveres humanos. Estas exploraciones lo llevaron a ser el primero en describir el aparato circulatorio (en el siglo III a.C.) y hacer numerosos hallazgos y procedimientos que hasta el día de hoy se realizan.
Nota: no hay registros oficiales de las vivencias de su vida por lo cual todo lo que sigue a continuación es una suposición mía.
Situándonos en su época, lugar y persona no es difícil imaginarse algunas cosas. En ese entonces la medicina se resumía a la ingesta de ciertos alimentos para tratar diferentes males y a intervenciones quirúrgicas sencillas como lo son las suturas. En contraposición él, con supuestos fines médicos, buscó muertos, los abrió, los revisó, los exploró y los describió. Estudió Anatomía desde su fuente: el cuerpo.
Francamente no creo que haya sido muy fácil conseguir muertos para poder estudiarlos. En el mejor de los casos la autoridad local estuvo de acuerdo y le concedió cuerpos, de lo contrario habría tenido que robarlos y ultrajarlos delictivamente. Ahora bien ¿Qué hubo en la cabeza de esta persona cuando se le ocurrió abrir un cadáver para revisarlo? ¿Qué clase de deseos enfermos estaba teniendo? Si el fin no justifica los medios y ese medio (en ese entonces) no era algo normalmente aceptado (abrir antepasados queridos e incluso venerados por el pueblo) ¿Qué clase de psicópata era este?
Obviamente Cháraka redefinió la medicina y con el tiempo impuso su definición.

Por esto creo que los pioneros están excentos de cualquier tipo de calificación temporal por estar en estándares totalmente originales y unipersonales de lo que a la conciencia pública y coherencia temporal social le competen.

¿Con qué criterio razonable se puede juzgar a un pionero empleando los parámetros, leyes, creencias y juicios actuales?

Mirando a este pionero desde su presente lo podría definir como un loco, irrealista, soñador psicópata, un asqueroso maníaco sin escrúpulos y la lista de adjetivos podría seguir ¿Qué pasa si miro desde el futuro y lo evalúo? Actualmente es conocido como el padre de la Medicina en India, el padre de la Cirugía Reconstructiva, de la Medicina Preventiva, de la Cirugía Plástica y de la Medicina Interna. Es un modelo a seguir para todos los futuros estándares pero más íntimamente es una guía y motivación para todos aquellos pioneros del hoy que empiezan a transitar su carrera y empiezan a sufrir el desarraigo del pertenecer.

¿Cómo logran estos seres especiales estar por encima de la dimensión temporal? ¿Cómo logran estar exentos de cualquier calificación humana y permanecer inalcanzables en cuanto a la abstracción de la realidad actual le compete?

Sin lugar a dudas, estos personajes brillan a causa de su propósito. Si bien este los condena a ser incomprendidos por su generación también les da confianza y seguridad para seguir adelante en contra de la corriente. Esto los convierte en grandes pensadores, visionarios y emprendedores de los resultados de sus juicios.

La vida de todo pionero es una oda en el templo del ser. Su sofisticación de pensamiento e innata originalidad los convierte en una burla viviente al pertenecer público y en personas conectadas con la esencia de la sociedad y de las normas que la rigen. Esto les confiere el poder y autoridad irrefutables de la razón y ulterior reconocimiento unipersonal público (dada por la eterna seducción entre el ser y el pertenecer y el sarcástico despecho que los pioneros hacen sentir por su indiferencia por el pertenecer).

Este tipo de personas son responsables del rumbo del futuro lo cual amerita no menos que la abstracción de toda forma de pertenecía temporal, el idealismo congruente con su ser, la paciencia para soportar el durante y la auto motivación perseverante para proseguir a la meta hasta el final.

No hay que confundir a los pioneros con personas ingeniosas, inventivas o innovadoras. Lo que los diferencia es la magnitud de sus sueños, la temporalidad de su realización y la permanencia en la sociedad de sus cambios.

Los pioneros tienen como objetivo primario inconsciente el de restituir los valores esenciales del medio (volver a la ley básica). También tienen objetivos conscientes que son los que llevan a cabo en su vida y es por los que son recordados.

Todo esto involucra una vida dedicada al sueño de las fantasías razonables. Un sueño que nace junto al nacimiento del bebé, que al principio se entiende utilizando pensamientos infantiles, pero luego se va racionalizando en un proyecto de vida.

Llega un momento en el que te das cuenta que toda tu vida soñaste con el mismo patrón de fantasía pero lo fuiste madurando desde edades, tiempos y situaciones distintas a tal punto de encontrar un denominador común en todos tus años. Un denominador que se convierte en la escusa de vida más convincente que jamás pensaste; la razón de cada paso inconscientemente hecho en tu vida y de cada paso consciente a realizar. Te das cuenta la importante chispa de luz de la cual eres portador y del propósito en la vida que sólo tú estás preparado para llevar a cabo. Empiezas a entenderte como una persona atemporal conectada con la línea de pensamiento y accionar de antepasados y futuros pioneros que al igual que tú se conectaron y se conectarán con la esencia de los orígenes. Así, formas parte de un grupo de personas temporales que adquieren atemporalidad por la magnitud de los sueños que las unen. Estas personas son embajadores universales en el mundo que tienen como objetivo volver a los patrones del diseño original. El universo entero y las fuerzas cósmicas apoyan el paso a paso de la vida de estos personajes ya que conciben a la historia del planeta Tierra como un círculo (en la línea de la historia universal) de hechos que terminan justo donde empezaron: el principio de los orígenes.

lunes, 9 de agosto de 2010

ESTABILIDAD ANÍMICA

El estado de ánimo es una característica temporal que depende tanto de variables internas como externas. Las primeras son modificadas por las externas y tienen el poder de modular la respuesta efectora final. Si bien hay situaciones que no pueden ser evitadas, sí se puede tener control sobre nuestra respuesta conductual; y este control se hace imprescindible en situaciones límites que ameritan la utilización de todo nuestro potencial y buen juicio.




Es importante para lograr la madurez integral el adquirir estabilidad anímica que defino como el alcanzar independencia de todo lo exterior en lo cual no tengo control alguno. Y así cada día internalizar más la idea de emociones puras y no provocadas por factores pasajeros; emociones racionales y no temperamentales, emociones humanas y no animales.

Más allá de que una situación provoque en nosotros diferentes emociones (enojo, tristeza, excitación, etc.), está en nosotros el poder de no ser eco destructor de estos desórdenes que afectan nuestro ánimo y así poder proceder de una forma útil a lo exterior.

En situaciones límite lo peor que podemos hacer es dejarnos influenciar por variables que no tienen verdadera relevancia. Es productivo permanecer inconmovibles para utilizar libremente todo nuestro poder mental y así encontrar una solución óptima.

Puedo decir que adquiero madurez anímica cuando me convierto en una persona con ánimo invariable ya sea porque con mis variables internas equiparo las externas o porque mi fuerza de voluntad es más fuerte que cualquier tendencia pasajera interna.

Al recibir un estímulo externo desencadenante de un cambio de ánimo se deberían activan los mecanismos de defensas estabilizadores. Los cuales, a medida que crecemos, sería conveniente  entrenar y reforzar. Esto no quiere decir que tengo que “soportar el mal trago” y simular que todo está bien sino que implica el saber actuar pertinentemente de la mejor manera ¿Cómo lo logro? Yendo al qué del asunto y dejar en segundo plano al cómo, es decir, la forma de expresar el qué.

Tenemos que tener muy presente la importancia del silencio consciente y la calma analítica a la hora de una confrontación. La aplicación de estos instrumentos garantiza mayor productividad y aprovechamiento del intercambio de ideas. Apuntemos a lograr un discurso totalmente limpio de emociones inmaduras o tintes poco relevantes y a evolucionar de forma tal que nos permita filtrar el cómo del mensaje. Esto facilitará la resolución de problemas, contribuirá al ahorro de tiempo en las discusiones y proporcionará aún mayor flexibilidad y tolerancia a las relaciones interpersonales. De nuestra parte tratemos de relajar nuestro orgullo hasta un estadio flexible y adaptable a los modos de cada persona; y madurar nuestra susceptibilidad hasta tener una sensibilidad razonada y considerada hacia los demás.

¿Qué pasa cuando estamos en esos malos días con tendencia interna a la inestabilidad?

En estos casos se debería poner en práctica la fuerza de voluntad; a la cual defino como el conjunto de acciones interiores que aplico para obligarme a mí mismo a hacer algo que no me gusta o me cuesta hacer.

Entonces tendríamos dos fuerzas internas opuestas; una tendiente al desequilibrio anímico y la otra a la re estabilización. El estado resultante estará del lado más fuerte y por eso es tan importante el adiestramiento de la fuerza de voluntad.

Ejercitemos esa voluntad para ser manejados por la razón más que por nuestros instintos, esa fuerza que logra una coherencia racional detrás de nuestras conductas y así poder realizar nuestros quehaceres diarios a pesar de cualquier impedimento interno. La fuerza de voluntad es entonces una poderosa herramienta que acompaña a la razón, ya que por medio de ella la razón puede accionarse.

¡Basta de gente que no puede controlase a sí misma! ¡Basta de gente susceptible y de ánimo frágil! Empecemos por desdramatizar las cosas, minimizar las situaciones que desencadenan en nosotros una cascada de emociones contraproducentes y por relajar nuestro orgullo. Aprendamos a vivir en función de nuestro entorno más que de nosotros mismos y a identificar los momentos en que el ceder no compromete mi orgullo e identidad.

sábado, 19 de junio de 2010

DIPLOMACIA

La diplomacia debería ser la forma de proceder mundial a la hora de interactuar con los demás, un idioma de respeto por los derechos individuales y aceptación de las diferencias. Así se desencadenarían óptimas relaciones interpersonales en paz y armonía.


Entiendo por diplomacia al arte de exponer el propio punto de vista con coherencia, desde la perspectiva de dar a conocer y no la de imponer mi visión, desde el privilegio de enseñar pero sin olvidar la oportunidad de aprender y con la suficiente humildad de criterio para adoptar conceptos nuevos y acomodar mi juicio a uno cada vez más amplio y firme y menos áspero para con el de los demás.


Si bien los pensamientos pueden coincidir, nominarse y hasta ubicarse dentro de corrientes, nadie piensa exactamente igual que otra persona. Cada uno como ser único e irrepetible tiene una forma distinta de pensar lo cual provoca grandes choques ideológicos, culturales y sociales conflictivos o no dependiendo de la aplicación de la diplomacia.

Como defensor de la individualidad estoy a favor de la diversidad de pensamientos ya que permite el enriquecimiento mutuo (siempre y cuando ambas partes sean receptivas).

Debiéramos practicar la diplomacia diariamente para que valla uniéndose a nustra forma natural de ser. Ceder y no tirar con violencia, aceptar y no discriminar, estar en paz y no en guerra son cuestiones que deberían caracterizarnos. Nadie tiene la verdad absoluta y por lo tanto todos son dignos de ser escuchados y amablemente ser sometido al propio sistema de criterio para evaluar la coherencia del razonamiento y así adoptar o no un nuevo concepto.

Partiendo de la base que todos poseen fundamentos para pensar de una determinada manera, uno puede concluir que el pensamiento se encuentra armado en base a vivencias, saberes y demás; los cuales pueden ser puros o no (puro: aquello visto sin ningún tipo de sesgo). Cada sistema personal de evaluación debería entrenarse para ver que estos sucesos sean puros o no y así validar o refutar el concepto valorado.

El fundamento de la diplomacia es encarar con el esquema propio al entrante y así buscar cosas en común para construir uno coherentemente mejorado, más amplio y firme. Esto implica la humildad de estar abierto a nuevos criterios y, si lo ameritan, auto someterse a cambios para mejorarlos.

Creo que es básico marcar la diferencia entre el intercambio de ideas para convencer (discusión invasiva) y el intercambio de ideas para conocer y aceptar; lo que no significa entender ni aprobar. Así, como nadie tiene la verdad absoluta, nadie se puede privar de seguir fortaleciendo y evolucionando en su forma de pensamiento y de hacer limpieza de opiniones de vez en cuando. Nadie puede perderse de la oportunidad de ampliar sus horizontes para auto enriquecerse.

Hoy, en el siglo XXI, las diferencias dejaron de verse (o al menos en las personas que pertenecen a este siglo y no en extraviados del siglo anterior) como características de exclusión y discriminación para verse como formas curiosas de ser y así constituirdiferencias que identifican.

Nadie tiene el derecho ni justificativo de enojarse con otra persona y llegar a agraviarla por su forma de pensar sino que tiene derecho a estar dispuesto a razonar junto a ella para, adoptando o no la postura opuesta, aceptar lo diferente y adquirir la flexibilidad suficiente para poder llevarse bien sin tocar los puntos críticos en los cuales se provocan contrastes.

La diplomacia nada tiene que ver con no exponer el propio punto de vista sino que implica exponerlo sin violencia, discutiendo con altura, aceptando que no poseo la verdad absoluta y que otra persona puede pensar distinto o estar en desacuerdo y que esa diferencia no necesariamente debe tocar el campo de los afectos. Así puedo querer a una persona y aceptarla sin necesidad de coincidir con todo lo que piensa.

Alguien es amigo cuando acepta pero también razona con las diferencias del otro.

¿Qué ocurre cuando basado en mi sistema de evaluación reafirmo mi manera de pensar y decido no elegir la nueva? Obviamente esto es algo que pasa y no apela a la discusión violenta. Decido no elegir esta postura jamás cerrando la puerta y estando atento a posibles cambios externos lo cual me permite disfrutar de buenos momentos con aquellas personas con las que no coincido; y así elimino cualquier posibilidad de ser lastimado. Todo esto amerita el valor requerido para exponer mi punto de vista y el honor que implica el cambiar o no cambiar pero aceptar lo discrepancia.

En última instancia todos tenemos derecho a pensar distinto. Todas las realidades son parte de la realidad total y así yo decido elegir la mía, cambiarla, elegir otra o elegir la mía considerando la de los demás. Esto implica que independientemente de mí forma de pensar y mí realidad hay otras que no son menos o más válidas que la mía. Lo que si hay son criterios más amplios y flexibles que otros y algunos que son más cerrados. Y esto sí es digno de señalar y tratar de cambiar en nosotros mismos.

Debemos adquirir sabia flexibilidad para evitar peleas innecesarias y poner paños fríos a situaciones tensas. Sabiduría que no busca buscar adeptos sino que está abierta por medio de la curiosidad a ver a los demás no desde el papel de juez sino desde el papel de par. Todos somos humanos y tenemos que aceptar que somos distintos y originales.

No critiques violentamente la originalidad o las diferencias identificativas de los demás porque únicamente son nuevas e innovadoras o porque van en contra de tu pensamiento.

Nunca dejes de ser diferentes y conocer las diferencias especiales de los demás. La magia del ser está en lo que nos diferencia más que en lo que nos une, en lo que me identifica como distintos más que en lo que nos congrega en el pertenecer.

Aceptemos esos detalles que nos ofrecen día a día la posibilidad de experimentar o considerar cosas nuevas sin dejar de ser nosotros mismos. Y tratemos de aliar a nuestra flexibilidad mental, la suficiente diplomacia para relajar nuestras diferencias y estar preparados de la mejor manera a los improvistos diarios que pueden desencadenar o no momentos conflictivos.

lunes, 31 de mayo de 2010

LA SALUD COMO INCOHERENCIA SOCIAL

Según la definición de la Organización Mundial de la Salud, la salud es el completo estado de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades. Si bien es cierto que, bajo los parámetros de esta definición, todos estamos en alguna medida enfermos, creo que la utopía en una definición permite que sus agentes efectores jueguen con los límites entre lo posible e imposible logrando así el máximo. Y el máximo del Sistema de Salud apunta al ideal médico, es decir, el lograr la salud mundial.

La salud es un proceso activo en el cual entran en juego muchas variables que no necesariamente se relacionan con su antagónico: la enfermedad; sino que se relacionan con su conservación y mejoramiento, cuestiones que aluden a los conceptos de promoción y prevención.

• Promoción de la salud es definida en la Carta de Ottawa (1986) como el proporcionar a la gente medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma.
• Entiendo por prevención a un conjunto de acciones y consejos médicos que evitan enfermedades determinadas. 

Para una mayor comprensión voy a introducir la siguiente analogía:
Existen dos cuadras distintas con una casa en cada una, una llamada “Salud” y otra “Enfermedad”. Con respecto a la primera puedo decir que todo lo que hace habitable mi casa es la promoción; y todo lo protector (pared, puerta y portón) sería la prevención
¿Quién hace promoción y prevención en “Salud”? El personal doméstico calificado para ello.
La calle intermedia (no confundir con vereda que en ambos casos representaría al diagnóstico) representaría el tratamiento y la rehabilitación. 
Siguiendo con la analogía, la calle y la casa de “Enfermedad” deberían ser mantenidos por personal competente para ello que no precisamente son competentes para trabajar en “Salud”. Cada casa con su propio personal doméstico.

En mi opinión, el actual Sistema de Salud, en el cual la persona únicamente conoce al médico (promotor y defensor de la salud) cuando cruza la calle y llega a la casa de “Enfermedad” o cuando está en la vereda de “Detección/Diagnóstico”, no es un sistema bien nominado, planteado ni desarrollado. Si la definición de salud ha ido evolucionando a través del tiempo, ¿Por qué no así el sistema que la aborda? Si esta definición, que quisiera suponer es la base del sistema de salud, está centrada en la casa que compete, ¿Por qué razón el Sistema de Salud hizo cede en otro lado?
Según la realidad que nos toca vivir me parece que el Sistema de Salud debería llamarse Sistema de No Enfermedad; ya que este pretende establecer un muro (lo más reforzado posible) entre “Enfermedad” y su vereda para que la gente no pueda entrar más que a la casa “Salud” o se quede divagando por la calle y vereda perdiendo calidad de vida y el sentido del riesgo diario que nos mantiene despiertos para conservar la salud. Así, las enfermedades que hasta hoy no tienen cura son puertas de acceso libre a “Enfermedad” que todavía no han podido ser clausuradas.

Es así que yo, como futuro guerrero de la salud y verdadero anfitrión de “Salud” quiero hacer notar esta incoherencia que atenta con disminuir la calidad de vida social y el descuido de la casa que necesito fortalecer ¡Basta de limitar el terreno de “Enfermedad” cuando deberíamos reforzar el de “Salud”! 

¿Por qué se ha construido el Sistema de Salud con una estructura antagónica? ¿Por qué razón este sistema adormece la sensibilidad a la salud diaria y la delega a tenerla únicamente en aquellos momentos en los cuales nos sentimos mal? ¿Por qué razón acudo al Sistema de Salud únicamente cuando empiezo a prescindir de ella o temo por perderla? ¿Por qué razón no pienso en salud a la hora de tomar cada decisión cotidiana? ¿Por qué razón no hago saludable cada respuesta conductual mía resultando así en un estilo de vida saludable? ¿Cómo es posible que este sistema ponga sus esfuerzos en relación inversa a lo que debería por definición y rendimiento de los resultados? ¿No estaremos haciendo mal uso de nuestros deberes, obligaciones y recursos como agentes de salud?

Creo que el Sistema de No Enfermedad no puede reemplazar al Sistema de Salud. Deberían ser dos sistemas que se dediquen al mismo fin: lograr mantener a la gente en el terreno de “Salud”. Si el Sistema de No Enfermedad se encarga de hacer salud se corre el riesgo de, en el mejor de los casos, sacar a la gente de “Enfermedad” y no dejarla pasar pero descuidar y malograr la calidad de vida de los habitantes de “Salud”. Esto implica que no haya esfuerzos masivos dedicados a ello y así disminuyen paulatinamente los estándares del estado de salud, degenerando y degradando sus cualidades. Lo cual conlleva la nominación de salud a un estado conformista y mediocre de bienestar. 

Si el Sistema de Salud se encarga de lo que realmente le compete provocaría menos enfermos y el descongestionamiento del Sistema de No Enfermedad; y así este podría ocuparse de cuestiones relevantes en esta instancia como lo son: la investigación científica de curas y tratamientos de enfermedades y la mejora del sistema de atención. 

El Sistema de Salud se debería encargar en primer lugar de la promoción (todo lo que haga su casa más cómoda y agradable para que permanezca en ella) y prevención. Le correspondería hacer de la salud algo alcanzable para cada individuo de la sociedad, buscar estándares cada vez más altos de salud y venderlos en el mercado para lograr cada vez una mejor calidad de vida pública.

Ahora bien, otro gran tema que se desprende de esta incoherencia social es la amplia red de conexiones que tiene (o no) el Sistema de Salud; una ambigua red muy conveniente para intereses personales más que sociales ¿Quiénes son estas armas de doble filo? Obviamente los grandes poderes: la política, las grandes multinacionales y el marketing social.

Un fuerte aliado debería ser la política pero lamentablemente la relación se ha deteriorado debido a la mala nominación del sistema. Así los fondos de salud están destinados a la barrera en la vereda de “Enfermedad” más que al predio de “Salud”, y esto converge en una falta de compromiso político con la salud (ya que teóricamente brinda salud pero empíricamente evita la enfermedad). Como resultado vemos a diario la legalidad de la venta libre de cigarrillos, alcohol y demás productos nocivos para la salud. Esto da lugar a todo tipo de aberraciones, amenazas y atentados hacia la Salud y abre la puerta a un juego en el que se deja a todos contentos a expensas de la degradación constante de la calidad de salud. Se suman los fondos a la No Enfermedad al mismo tiempo que se apoya la remodelación constante del predio de “Enfermedad” haciendo de este una suerte de parque de diversiones/distracciones. 
Tal parece que “Enfermedad” está protegida por intereses económico-políticos y el patrimonio de la salud está defendido por patriotas públicos que autonómicamente eligen sus principios a los intereses del bolsillo y se exponen a formar parte de un grupo invisible que no tiene una organización establecida ¿Cómo esperamos que el sistema político cumpla con sus deberes para con el pueblo a la hora de sancionar, aprobar y dar permisos “saludables” si no hay un Sistema de Salud encarado coherentemente que ofrezca soporte para contener al patriotismo saludable de estas personas? 

¿Cómo cambiaría la salud de la gente con tan sólo una ley saludable? La política tiene el poder de hacer cambios masivos fácilmente y esta gran cualidad no puede ser ignorada.

Es curioso ver como las multinacionales a lo largo de la historia se han instalado en la casa “Enfermedad”, produciendo así ofertas en el mercado que enferman a la sociedad y, por medio del marketing social, se vendió y vende esa enfermedad masivamente al mundo entero. 
Tal vez por viveza de los representantes de “Enfermedad” y falta de creatividad de los representantes de “Salud”, tal vez por falta de información pública o por lo que sea, es una triste realidad que nos amenaza diariamente y constituye, en su conjunto, el mayor factor de riesgo: la acción articulada de las grandes multinacionales con el marketing social.
Todo este movimiento resulta en enfermos conformes con su enfermedad o mediocremente nominados sanos que se conforman con su estado actual y son potenciales futuros enfermos.

¿Qué tiene la enfermedad que la hace tan rentable, tan vendible y tan marketinizable que no tiene la salud?

Íntimamente ligado a las multinacionales está el marketing social al cual le adjudicaría adjetivos que describen muy bien su carácter ante la población: compulsivo, indiscriminado, poco ético, sexópata, competitivo y enfermante. A partir del marketing nace toda una nueva corriente de enfermedades, adicciones, conductas y deseos que lejos están de aportar calidad a la vida. Este poder mal utilizado constituye un factor masivo de alto riesgo que introduce constante e imperceptiblemente en nuestro cerebro información manipulada con fines económicos. Si los medios de comunicación son utilizados como caballos de Troya para introducirse en nuestros deseos y elecciones, ¿Por qué yo como agente de salud no puedo hacerlo también por una buena causa? 

¿Qué sucedería si utilizamos estos grandes poderes por primera vez a favor de la población (a favor de la salud)? 

Tengamos en cuenta los valores de constante adaptación y cooperación con los posibles aliados del Sistema para conseguir la supervivencia digna de la humanidad.
Si consideramos que los valores son la base de un futuro utópico, ¿Por qué no empezamos a considerar a la salud como un valor primario? Y así poner a la salud en estándares altos de accionar, tan altos como los estándares de patriotismo y heroísmo.
Podemos hacer bien el trabajo, podemos cambiar la salud del mundo, podemos hoy dar el primer paso del cambio y diagramar el mañana; y cuando esa nueva normalidad se convierta en realidad convertirnos en próceres de la salud, en escritores y hacedores de la leyenda que más necesita el mundo. 

jueves, 22 de abril de 2010

CRITERIO DE EVALUACIÓN

Sistema de discriminación mediante el cual se desglosa la información que al ponerlo en práctica y desarrollarlo permite adopción de cosas nuevas sin correr el riesgo de perder la identidad propia.



¿Qué ocurre cuando sólo soy un receptor y hacedor de la información que recibo sin evaluarla ni transformarla? ¿Dónde está el límite entre lo que yo soy y lo que soy como producto de la imitación social? ¿Cómo puedo ser yo sin dejar de serlo pese al cambio constante? ¿Cómo puedo no ser el resultado de lo que los directores sociales elijen para mí?

Hoy todo atenta con la estandarización y producción en serie ¿Cómo puedo ser yo mismo pese a no tener más que elegir lo que ya está pensado, realizado, producido y listo para comprarse en los supermercados, las tiendas de ropa, etc.?

La industrialización y la excesiva diversidad de productos en el mercado si bien nos han dado muchos beneficios, también han fomentado la desaparición de diferencias importantes y surgimiento de las superficiales.

Si el cambio constante que tanto me gusta siempre es propuesto por estos gigantes… ¿Puedo dejar de elegirlos? ¿Quién más propone un cambio alternativo de tal magnitud?

Creo que la única arma que tenemos a nuestro alcance es nuestro criterio para evaluar lo que es inevitable que entre a nuestra cabeza. Deberíamos hacer uno de este a diario. Mientras mayor uso mayor será el número de herramientas críticas que tendremos y mayor madurez nos adjudicará al recibir nuevas tendencias.

La clave está en pensar, evaluar y criticar todo lo nuevo y terminar este proceso habiendo adoptado algo bueno (según nuestra evaluación). De esta manera ligo el cambio constante con mi individualidad.

Ahora bien, ¿De qué se compone mi sistema de evaluación? Para responder esto voy a comprarlo con el cuerpo humano. Creo que debe tener un esqueleto formado de reglas y premisas neutras sometidas a previo análisis (neutralidad y racionalidad); todo esto articulado entre sí permitirá el soporte teórico del criterio. Los músculos y vísceras serían el altruismo y el respeto hacia los demás, lo cual me permitirá evaluar con conciencia y saber respetar al otro por posibles discrepancias; me permitirá no albergar malos sentimientos para con los demás y sobretodo me ayudará a aceptar lo diferente. La capa exterior de este cuerpo crítico (la piel) sería la capacidad de ver, entender, interactuar y posteriormente acomodarme al medio. Las reglas y premisas siempre serán las mismas, la combinación de ellas daría como resultando el fundamento para determinada postura. Los músculos permiten la correcta articulación de reglas y esquemas para lograr correctos, individuales y pacíficos juicios; y la capa de realismo interactúa mediante acciones concretas actualizadas.

Este es el sistema de evaluación, un organismo compuesto por estructuras rígidas, flexibles y fluctuantes.

El problema viene cuando nuestro esqueleto no está formado con reglas y premisas válidas. En este caso miraríamos como nuevos “no” a las nuevas tendencias en vez de mirarlas como nuevas posibilidades, miraríamos el exterior de las personas y eso no nos permitiría conocerlas profundamente. Mirar desde el resentimiento, rencor, prejuicios, etc. es como un cáncer que nos va consumiendo lenta y dolorosamente.

El problema puede localizarse en cualquier parte del cuerpo. Por eso creo que no debería haber lugar para todo lo sujeto a condicionamientos exteriores. Ni siquiera en la piel ya que debe ser lo suficientemente rápida y ágil para detectar el cambio del medio y acomodarse de modo tal que lo internalice pero no que se acostumbre permitiéndole detectar un nuevo cambio.

jueves, 15 de abril de 2010

ESTRUCTURAS MENTALES

Creadas en nosotros desde el nacimiento son informaciones inconscientes que adquirimos al interactuar en un medio. El problema viene cuando estas estructuras no son “sanas” y nos imposibilitan el correcto desenvolvimiento o cuando no son flexibles para ir modificándose frente a los cambios de la sociedad.




El patrón de nuestro accionar diario está determinado por las estructuras mentales. Si estas son estructuras enfermas nos convierten en esclavos y víctimas de nuestro propio pasado y así, nuestro presente y futuro quedan marcados por la falta de flexibilidad, improvisación e imprevisibilidad.

¿Cómo puedo dominar esas estructuras para que ellas no me dominen a mí? ¿Cómo puedo hacer que estas adquieran flexibilidad para que estén siempre vigentes? ¿Cómo puedo eliminar y recrear estructuras que provocan en mí: trabas, traumas, complejos y demás?

Las estructuras son creadas en base a experiencias de vida; como la teoría inconsciente de ellas. Lo dañino es cuando el mundo y las experiencias cambian sin que lo hagan nuestras estructuras.

Si bien las estructuras le dan a cada uno sus cualidades personales y únicas no puedo dejar que el “yo” de hoy sea el mismo que el “yo” de mañana. Cada día hay una versión mejorada de mí que espera por ser descubierta.

Deberíamos tratar de conocernos y ver qué pasa en las situaciones que no haríamos por miedo al qué dirán o al fracaso. Definitivamente no hay escusas para no cambiar, ser diferente de ayer todos los días o dejar de conocerse y probarse en lo distinto al pasado.

¿Qué harías si no tuvieses miedo ni escusas?

Al quedarnos con las estructuras viejas y no tener la capacidad de amoldarlas (flexibilidad) o reinventarlas (creatividad) vamos paulatinamente pasando de vivir la realidad del hoy a vivir la realidad del ayer (situación que nos abstiene de pertenecer a la actualidad).

Cuando se tienen estructuras defectuosas lo primero que hay que hacer es aceptarlo e ir trabajando las estructuras madres del asunto.

Más allá de nuestra individualidad, las estructuras mentales derivan de experiencias (buenas o malas) las cuales dependen enteramente del entorno social. Esto establece un fuerte vínculo con los psiquismos de las personas que nos rodean y es importante tenerlo en cuenta a la hora de trabajar una estructura defectuosa.

Flexibilizar estructuras es una tarea difícil pero no imposible.

Como conclusión quiero dejar los siguientes consejos: inspírate en la grandeza y dándote categoría crea con originalidad nuevas estructuras. Vive en el hoy y no en el pasado. Entiende las razones de los esquemas y no su materialización (las conductas) y luego crea con expectativas y ambición. Sométete al autodescubrimiento extremo que te conducirá a no menos que la felicidad plena.

miércoles, 14 de abril de 2010

TEMPLO EMOCIONAL

La educación intelectual provoca la estructuración del pensamiento y hace acumulable, manejable y práctico el saber que vamos recibiendo. El saber es la materialización de lo empírico, y el ver una misma situación de dos maneras distintas (lo práctico y lo teórico) permite la globalización del saber teniendo en cuenta las diferentes variables que entran en juego en distintas situaciones y lugares. Definitivamente el empirismo y la teoría son dos valiosas herramientas que atentan con no menos que el éxito.

¿Si puedo ser exitoso intelectualmente puedo serlo emocionalmente?

En algo tan inestable y poco racional como lo son los sentimientos quién dice lo que es maduro e inmaduro. Cómo se puede fragmentar el camino a la madurez emocional en pasos a seguir o saberes a internalizar.

Nuestra primera naturaleza (cuando bebes) nos lleva al egocentrismo en el cual todo gira en torno a nosotros. Al crecer vamos aprendiendo a relacionarnos con los demás y así vamos construyendo nuestra realidad social. Maduramos al entender conscientemente o no cómo podemos pertenecer al entorno que elegimos y entablar vínculos agradables con el resto.

Lo emocional está íntimamente relacionado con la esfera social y, a mí entender, comprende una serie de pilares (aceptación personal, incondicionalidad de sentimientos y la capacidad de ver la realidad tal cual es).

La aceptación personal empieza con el autodescubrimiento (que nunca termina) y conduce a sentir pertenencia propia (propio criterio, pensamiento, personalidad, etc).

El descubrirse a sí mismo como un individuo único, diferente y especial debería poder independizar el auto concepto y definición de cualquier factor externo (institución, persona, familia, lugar, puesto, posición, etc). El saber quién soy yo (concepción abstracta de mí; mientras más abstracta mayor será la exactitud) y cuál es mi propósito (concepción tangible de mi mismo) me dan seguridad y confianza en mí mismo y sobretodo independencia a la hora de preocuparme por el tiempo, lugar o circunstancia.

La estabilidad de sentimientos se funda en la inversión inteligente de sentimientos y elimina los ataques sentimentales enfermizos, los apuros y obsesiones. Es saber lo que uno busca en cuanto a relaciones interpersonales; es elegir querer y elegir sentir a pesar de cualquier adversidad.

Esto normalmente se logra luego de nuestra primera decepción amorosa. Luego de haber vivido la irrealidad del amor obsesivo nuestro sentimentalismo evoluciona a sentimientos más pensados y quita mucho del daño que provocan las relaciones interpersonales.

Ver la realidad tal cual es sin nada que la nuble o tiña es ser un espectador lo más objetivo y crítico posible (el pensamiento crítico marcará el propio punto de vista). También incluye el verse a uno mismo con realismo, aceptar los propios problemas y aprender a solucionarlos o a convivir con ellos.

Todos estos pilares hacen el soporte de una fuerza final que es el sentido de la pertenencia. Entonces los pilares podrían llamarse: pertenecerse a uno mismo, pertenecer a un lugar y a un grupo. El sentir articulado de ellos logra estabilizarnos.

Lamentablemente la pertenencia a lo largo del tiempo ha sido degradado por el consumismo social a no más que etiquetar, tener y cumplir con estereotipos; lo que atenta con lo más especial del asunto: la ideación de una abstracción personal q puede o no coincidir con las etiquetas de turno.

Más allá del cambio exterior, nuestra esencia siempre es la misma. Ese concepto es el que la sociedad trata de entender, estandarizar, etiquetar y comercializar.

¿No te has dado cuenta que cuando sabemos cuál es el truco se pierde toda la magia? No dejes que etiqueten esa magia que te hace especial, no trates de hacer efímero y exterior algo que es tan profundo e innato.

Tal vez la globalización se inclina por fomentar un sentido de pertenencia nómade, en el cual somos de todos lados, pero al mismo tiempo no somos de ninguno. Las noticias, mi lugar físico, mi cabeza, mis ganas, mi historia, mi presente y mis sueños todos están en lugares distintos ¿Cómo pertenecer a un solo lugar cuando se pertenece a tantos? ¿Cómo darle calidad a mi pertenencia si nunca voy a dejar de pensarme en varios lugares a la vez? ¿Cómo puede ser que pertenezca a lugares que siquiera conozco?

Pertenecer a un grupo hace a nuestra órbita social y alude a la identificación con nuestros pares. Esto nos contiene y nos hace sentir cómodos en nuestro medio social.

Finalmente, la inteligencia emocional es como un templo con tres pilares que juntos nos dan la estabilidad garantizada por la pertenencia. Esta nos comprende individualmente como un todo y nos permite ser los directores sociales y emocionales de nuestro propio ser.

miércoles, 31 de marzo de 2010

CRITERIO DE EVOLUCIÓN

El ir cambiando y adaptarse al medio son herramientas que nos benefician al desenvolvernos en un mundo cada vez más competitivo y exigente.



La capacidad de evolución personal alude a los primeros años de vida en los cuales quedan sentados las bases y patrones que condicionan nuestro desempeño futuro. Es algo importante que en ese período se fomente la flexibilidad, es decir, la adaptabilidad con la cual enfrento nuevos desafíos, problemas, tecnologías, formas de pensar y tendencias.

Al vivir en un mundo donde todo cambia rápidamente no podemos ignorar el valor de la flexibilidad, gimnasia cerebral o neuroplasticidad para conocer, entender y adoptar lo nuevo.

¿Por qué razón la generación de mis padres se caracteriza por ser “de madera” al utilizar la tecnología? ¿Por qué razón yo a mis 19 años me resulta difícil concentrarme para estudiar frente a una pantalla y no lo es para los chicos que están en primaria hoy? Tal vez las respuestas sean: mis papás no crecieron con una computadora en su casa, yo aprendí a estudiar con el lápiz y los cuadernos Rivadavia y los niños de hoy crecieron leyendo Harry Potter desde la computadora.

Al parecer, nuestro cerebro repite formas de proceder y al aprenderlas simplemente pulsa al piloto automático. Así, trabaja inconscientemente y deja nuestro consciente menos cargado. El problema viene cuando esa programación se vuelve obsoleta ¿Te parecería productivo que en 2010 tenga mi laptop de última generación con Windows 95? Nuestro cerebro siempre es de última generación pero si nos quedamos con las programaciones viejas nos vamos volviendo menos capaces de enfrentar las cuestiones de la actualidad.

El cambio apela a nuestra flexibilidad mental y marca el punto de transición en el cual se abandona el viejo paradigma y se adopta el nuevo. Mientras antes pongamos en acción esto, menos caótico nos resultará hacerlo con la práctica diaria.

Dejemos de mirar a lo nuevo desde los complejos y prejuicios ya que con o sin nosotros el cambio se efectuará igual; y está en nosotros dejar que nos beneficio o no. Facebook sigue teniendo gran éxito a pesar de un par de autoproclamados revolucionarios que no quieren formar parte del montón que tiene una cuenta allí. Déjenme decir que la revolución, o por lo menos una que valga la pena, no tiene nada que ver con mantenerse al margen y abstenerse de accionar, sino con entender a la sociedad y lograr introducir un cambio masivo.

¿Quieren ser revolucionarios? Generen una opción alternativa que se amolde a sus preferencias (preferencias que hicieron que no elijan Facebook).

Con esto no pretendo que todos seamos adoptadores pasivos o meros receptores y accionistas de la vanguardia; por ello hablo de un criterio de evolución.

Creo que hay que usar el pensamiento crítico para elaborar fundamentos más sólidos que el infantil: “la oposición por la oposición”. Deberíamos pensar en los pro y en los contras, no centrarnos en las contras (pesimistas) ni en las ventajas (positivos). Tener un criterio centrado en la realidad para discriminar cada asunto de la mejor manera y posteriormente disfrutar de sus beneficios y tomar recaudos de los peligros.

El cambio social impone nuevas definiciones y conceptos de lo que es competitivo, lo que es apto y lo que es útil. Entonces, la evolución social no sólo parte del día a día sino que es un proceso que nos compromete y nos da tarea que hacer. Es decir, -Soy competitivo laboralmente, soy apto para enfrentar el reto de hoy y soy útil pero, ¿Lo seré mañana?

La evolución constante es una característica que la sociedad ha impuesto como regla de juego y no podemos más que respetarla para lograr el éxito.

Cambiemos constantemente, no nos volvamos predecibles, reinventémonos diariamente, veámonos desde ángulos distintos y entendámonos como parte de una sociedad que fluctúa independientemente de nosotros.

jueves, 25 de marzo de 2010

SOÑAR JUNTOS

¿Qué mueve más nuestras ganas y fuerza de voluntad que nuestros sueños? Nada lo hace, por eso son tan importantes. Cada uno tiene o debería tener ese algo por el cual salir a luchar todos los días, esa razón esperanzadora que nos da aliento cuando más lo necesitamos.



En un mundo donde todo está inventado y donde los futuros se han estandarizado, los sueños han involucionado a no más que seguir pasos y alcanzar lo que ya otros han alcanzado. Lo que le quitó la parte más linda al hecho de soñar, la fantasía de alcanzar la utopía hasta entonces yerma.

Tal vez deberíamos habernos quedado con la idea de los cuentos de que podemos lograr cosas buenas con solo soñarlas y luchando por ellas ¿Qué pasaría si existiese una generación que creyera en la utopía? Una generación que juegue con los límites entre lo posible y lo imposible ¿Cómo cambiaría la realidad del mundo si tuviésemos la inocencia suficiente para creer en lo imposible?

¿Qué pasaría si cada persona en el mundo soñara con un mundo mejor? Cada uno aportaría su grano de arena y así sumando todos esos sueños y metas, todos disfrutaríamos de un beneficio en común: un mayor bienestar público.

Quizás, al pensar en algo yermo imaginamos algo totalmente innovador, pero en realizad puede ser hacer algo ya existente aplicado en un lugar donde no se conoce (globalización de las acciones). Aunque hay muchos en contra de la globalización creo que toda idea es buena, solo hay que saber en qué contextos aplicarla. Globalizar buenas acciones es algo que deberíamos aprender. Si bien el mundo está lleno de cosas malas también está lleno de gente buena que quiere un cambio, que ha puesto sus sueños en sintonía con ese sentir y realiza actividades a favor de esa causa. Globalizar acciones buenas; buscar, conocer, saber, adaptar y aplicar ideas en el entorno propio.

Es inevitable notar la estrecha relación que existe entre sueños y nuestro prójimo. No hay que hacer de los sueños un tesoro del cual uno sólo se beneficia. Es gratificante ver cómo puedes allanar el camino a los que vienen tras de ti. La clave es soñar comunitariamente para el bien de todos y no sólo para el propio.

¿Te das cuenta de lo importante que es soñar? Tal vez el estado de la sociedad actual se debe a generaciones y generaciones que no soñaron con su proyecto de vida, que no se vieron como parte de una sociedad cada día mejor o que soñaron egoístamente para beneficio propio.

Tal parece que la calidad de anhelos ha ido decreciendo mientras incrementa la individualidad y la búsqueda del placer personal, hasta verse reducida a: vivir bien, cosas que quiero comprar y ganar un buen sueldo. Sueños reducidos meramente a seguir pasos, a beneficiarse uno sólo y nadie más.

A tal punto hemos llegado que hoy decir utopía es pensar en que cada ser humano tenga algo para comer y beber todos los días.

No es tan difícil el cambio, lo complicado es que depende de todos. Una generación entera con el concepto de cambio en sus mentes. Armemos el futuro con nuestros sueños, el mañana no es más que una construcción de nuestro hoy ¿Te parece tan difícil como para no soñar con un cambio?

Un fin en común, un fin comunitario, infinitos sueño para llegar a él.

¿PODRÁS?