El
conocimiento es uno solo pese a que el ser humano para abordarlo haya tenido
que dividirlo en áreas y disciplinas. Ningún entendido puede sostener que esa
separación es real. La vida es interdisciplinaria.
Hoy
se ha puesto muy “de moda” el concepto de equipo multidisciplinario pero no
tanto así el entrenamiento multidisciplinario de cada individuo en forma
particular. El “grupo interdisciplinario” es otro de los inventos de los
creadores de las “disciplinas”; muy necesario en el marco de nuestras
limitaciones, pero presupone y por lo tanto perpetúa el hecho de que el médico
va a opinar como médico, el abogado como abogado y el psicólogo como psicólogo.
Y dado que el conocimiento es uno solo, todo forma parte de un todo, no puedo
dejar de pensar que esto contribuye al “pixelamiento” del conocimiento y
cosificación de la mente humana.
El
verdadero desafío es entrenar nuestro cerebro para que seamos un abogado que
puede pensar como abogado pero también como médico, como artista, como hacker,
como escritor y como político. El grupo interdisciplinario lo tenemos que tener
en la cabeza, generar múltiples opiniones sobre un mismo tema, capacitarnos
para ver la realidad desde múltiples puntos de vista.
El
sistema educativo debería promover eso. Estoy de acuerdo con la división del
conocimiento en áreas, pero está mal cuando esa división nos atrofia el
cerebro; está mal cuando esa división permite que se enseñe anatomía separada
del dibujo, o que los médicos se caractericen por tener letras ilegibles y las
instituciones “productoras” de médicos no incluyan caligrafía dentro de sus
currículas. Que un médico de prestigio no sepa escribir ni tampoco hablar no
hace más que confirmar las falencias educativas.
¿Hacia
dónde vamos? No me termino de dar cuenta si las escuelas y universidades son las
casas del conocimiento o más bien las cuevas del mismo. No es conocimiento lo
que nos enseñan, ¡nos enseñan fragmentación!
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