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No soy el unico loco:
martes, 24 de septiembre de 2019
domingo, 9 de junio de 2019
SENCILLOS PASOS PARA TREPAR AL EXITO
Puede ponerlos en práctica en orden o no, es indistinto,
cree su propia aventura.
#1. No se la juegue por nada ni nadie.
#2. No defienda a nadie más que a usted mismo.
#3. No luche por ninguna causa.
#4. No exprese sus opiniones, ocúltelas, mátelas.
#5. Sea estándar.
#6. No esté dispuesto a ayudar, sea rápido para criticar a
los demás.
#7. Cuando la situación lo amerite, mienta sobre los
demás, tergiverse, ensucie y oculte información.
#8. Sea estratégico, use la estructura verticalista de la
pirámide para beneficio propio. Alabe al superior, castigue al inferior. Trepe,
pise cabezas, de codazos y golpes bajos, quiebre a los demás, encuentre sus
puntos débiles y úselos.
#9. Recuerde que no importa la verdad, importa gritar más
fuerte.
#10. Recuerde que es más útil la ferocidad, la viveza, y
el uso de máscaras que la mansedumbre, la honestidad y la transparencia.
#11. Siembre opiniones en los demás, lleve y traiga
chusmeríos, no deje de agregar “sal” a todo comentario que le llega, ponga a
unos en contra de otros. Sálvese en todo momento.
#12. No de puntada sin hilo; todo favor se debe cobrar,
todo gesto propio de falsa bondad debe ser echado en cara en el momento
indicado, todo error ajeno es útil al momento de extorsiones y mediaciones. Todo
puede ser utilizado en favor del ascenso, no malgaste nada.
SENCILLOS PASOS PARA LOGRAR SALUD MENTAL
Puede ponerlos en práctica en orden o no, es indistinto,
cree su propia aventura.
#1. Aprenda a decir: “no”.
#2. Permítase estar cansado, no querer, no tener ganas.
#3. Sea sincero con lo que le pasa.
#4. Permítase estar mal, transítelo sin ansiedad.
#5. Priorícese a usted mismo.
#6. Ponga límites.
#7. Aprenda a decir basta.
#8. Haga oídos sordos al veneno social.
#9. Cuando su trabajo no sea apreciado, haga menos. No le
tire perlas a los chanchos.
#10. Permítase el error.
#11. Perdone sus propios defectos, falencias, particularidades
y errores.
#12. Comprenda que no existe la necesidad de ser bueno en
todo.
#13. Entienda que es humano y como tal tiene derecho a no
ser perfecto.
sábado, 8 de junio de 2019
SENCILLOS PASOS PARA FORMAR PARTE DE LA FAUNA INTRAHOSPITALARIA
Puede ponerlos en práctica en orden o no, es indistinto,
cree su propia aventura.
#1. Prefiera la quietud al ponerse en acción, prefiera
opinar en vez de solucionar. Un juicio apresurado y descontextualizado le
previene mucho trabajo.
#2. Nunca olvide sonreír y saludar amenamente a las
personas de quien habla palabras poco felices por detrás.
#3. No mezquine imaginación a la hora de agregar “condimentos”
cuando habla de otros.
#4. Practique la filosofía del: “la culpa siempre es del
otro, en especial cuando hay inferiores blaco-fácil”.
#5. Convénzase de que usted fue, es y será excelente.
Nunca se equivocó, se equivoca ni se equivocará. Haga el ejercicio diario de
proyectar sus propios defectos y errores en los demás. Argumentos útiles que
puede utilizar: “a mí jamás se me hubiese ocurrido”, “yo nunca procedí de tal
manera”, “jamás me pasó”, etc.
#6. Olvide de donde viene.
#7. No enseñe, confunda.
#8. No facilite, complique.
#9. No solucione, problematice y enrosque.
#10. No se ponga en el lugar del otro.
#11. Chupe medias: sirva, preocúpese, facilite tareas, sea
considerado, haga reír, ayude, aplauda, defienda, regálele obsequios y tenga
gestos lindos con sus superiores.
#12. Crea y practique el verticalismo.
#13. Aplauda al superior. Golpee
al inferior.
#14. Pierda sensibilidad, ¿cómo lo logra? En todo momento
que perciba que algo está mal o es injusto cállese la boca, quédese inmóvil, no
intervenga y así, sólo así, "muera un poquito de vez en vez".
#15. Compare entre sí a los demás, juzgue, invente, cree
caos: manipule a las personas.
#16. Nunca subestime el gran poder que tiene sobre mentes
en formación los siguientes argumentos: ”esto es un trabajo”, “acá somos todos
adultos”. Úselos para justificar cualquiera de sus exigencias. Tampoco
subestime la intensa seducción que provoca en el inferior ser un “buen
profesional”; argumentos a utilizar: ¿tenés vocación? ¿querés ser un buen
médico?
#17. No se deje afectar por los
sentimientos ajenos.
#18. Haga con los demás todo
aquello que no le gustó que hicieran con usted. Escúdese
en todo lo que le debe la humanidad a la institución católica del miedo y la
culpa para justificar cualquier aspereza pedagógica-formativa.
lunes, 20 de mayo de 2019
ALGO QUE ENCONTRÉ PERDIDO ENTRE NOTAS Y GARABATOS
Buscando en mi cajón/baúl, perdido entre muchos hojas-papelitos-servilletas-envoltorios-recortes de papel escritos, remarcados y tachonados, encontré esto que escribí el 26/05/18. Una semana antes de pasar a ser residente de segundo año.
JUANJO, CUANDO SEAS VOS EL RESIDENTE DE 2 NO TE OLVIDES DE
CÓMO TE SENTISTE COMO R1:
#1. No te olvides de protegerlos.
#2. Nunca permitas que los reten por tus propios errores.
#3. Cuando algo haya salido mal que lo primero que pienses no sea en culpar al “blanco fácil”; creé en ellos antes que en los demás. Incluso estate dispuesto a recibir las balas vos, sin importar de quién sea la culpa.
#4. Antes de retarlos, enséñales. Antes de retarlos, entendelos. Antes de retarlos escuchalos.
#5. No los provoques.
#6. No los interrumpas innecesariamente, dejalos pensar tranquilos, dejalos expresarse sin que se sientan presionados.
#7. Así como a tantos les gusta chuparle las medias a los superiores, vos serviles a tus residentes de primero.
#8. La medicina no se trata de mirar a quienes están arriba, se trata de mirar hacia abajo.
#9. Nunca dejes de preocuparte por sus sentimientos, ellos tienen derecho a estar cansados, a no tener ganas, a tener hambre y sed, a querer ir al baño. Son humanos y tienen derecho a olvidarse cosas, tienen derecho a cometer errores, tienen derecho a hacer las cosas a su modo y a sus tiempos.
#10. Permitiles tener un mal día, una mala semana, una mala rotación sin que eso los etiquete negativamente. No somos máquinas, no tenemos que ser buenos en todo.
#11. Siempre reconocé el esfuerzo, agradecé el cansancio y valorá la buena predisposición.
#12. Nunca dejes de alentarlos a que sean originales, que escriban con sus propias palabras, que expresen sus opiniones con comodidad.
#13. No te olvides de respetarlos no solamente como profesionales, sino como personas; como seres que tienen familias que los aman y amigos que los quieren. Tratalos respetando todo ese amor que los trajo hasta donde están hoy.
#14. Nunca permitas que ellos trabajen mientras vos estás sentado cual “jefe del mate”; trabajá siempre más de lo que les exigís a ellos, nunca igual o menos.
#15. Nunca digas “ese no es mi trabajo”, “ese no es mi rol”. Arremangate sin asco, se enseña más con el ejemplo que con las predicaciones.
#16. No practiques nunca la miseria de la verticalidad.
#17. No les mientas. Nunca jamás uses la mentira para lograr tener razón.
#18. Nunca te enojes ni los retes cuando te digan la verdad.
#19. Anticipate a sus errores obvios de principiantes.
#20. Celebrá sus logros, alégrate con su crecimiento. Contribuí a que construyan su autoestima y seguridad; no te conviertas en aquellos que disfrutan destruyendo, confundiendo y desanimando.
#21. Hacé todo lo posible para que el sistema no logre envenenarlos, hacé todo lo posible para que conserven esa felicidad con la cual ingresaron.
#1. No te olvides de protegerlos.
#2. Nunca permitas que los reten por tus propios errores.
#3. Cuando algo haya salido mal que lo primero que pienses no sea en culpar al “blanco fácil”; creé en ellos antes que en los demás. Incluso estate dispuesto a recibir las balas vos, sin importar de quién sea la culpa.
#4. Antes de retarlos, enséñales. Antes de retarlos, entendelos. Antes de retarlos escuchalos.
#5. No los provoques.
#6. No los interrumpas innecesariamente, dejalos pensar tranquilos, dejalos expresarse sin que se sientan presionados.
#7. Así como a tantos les gusta chuparle las medias a los superiores, vos serviles a tus residentes de primero.
#8. La medicina no se trata de mirar a quienes están arriba, se trata de mirar hacia abajo.
#9. Nunca dejes de preocuparte por sus sentimientos, ellos tienen derecho a estar cansados, a no tener ganas, a tener hambre y sed, a querer ir al baño. Son humanos y tienen derecho a olvidarse cosas, tienen derecho a cometer errores, tienen derecho a hacer las cosas a su modo y a sus tiempos.
#10. Permitiles tener un mal día, una mala semana, una mala rotación sin que eso los etiquete negativamente. No somos máquinas, no tenemos que ser buenos en todo.
#11. Siempre reconocé el esfuerzo, agradecé el cansancio y valorá la buena predisposición.
#12. Nunca dejes de alentarlos a que sean originales, que escriban con sus propias palabras, que expresen sus opiniones con comodidad.
#13. No te olvides de respetarlos no solamente como profesionales, sino como personas; como seres que tienen familias que los aman y amigos que los quieren. Tratalos respetando todo ese amor que los trajo hasta donde están hoy.
#14. Nunca permitas que ellos trabajen mientras vos estás sentado cual “jefe del mate”; trabajá siempre más de lo que les exigís a ellos, nunca igual o menos.
#15. Nunca digas “ese no es mi trabajo”, “ese no es mi rol”. Arremangate sin asco, se enseña más con el ejemplo que con las predicaciones.
#16. No practiques nunca la miseria de la verticalidad.
#17. No les mientas. Nunca jamás uses la mentira para lograr tener razón.
#18. Nunca te enojes ni los retes cuando te digan la verdad.
#19. Anticipate a sus errores obvios de principiantes.
#20. Celebrá sus logros, alégrate con su crecimiento. Contribuí a que construyan su autoestima y seguridad; no te conviertas en aquellos que disfrutan destruyendo, confundiendo y desanimando.
#21. Hacé todo lo posible para que el sistema no logre envenenarlos, hacé todo lo posible para que conserven esa felicidad con la cual ingresaron.
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