.

.

No soy el unico loco:

martes, 3 de abril de 2018

¿CÓMO ES QUE LLEGARON A ADULTOS?


Muchas veces en mi vida, y cada vez más frecuentemente, me he topado con gente “adulta” que me ha inspirado esta pregunta.  
Un adulto que es incapaz de ofrecer una charla interesante, que carece de la inteligencia suficiente para aportarte pensamientos que te dejen pensando. Un adulto que tiene falta de coherencia, es decir, que dice una cosa pero hace otra; un adulto que no conoce la pasión, que no se levanta todas las mañanas con ganas para hacer lo que le hace feliz, un adulto que no es capaz de transmitir amor por lo que hace a los demás, un adulto que se deja gobernar por la hormona del día o se deja abrumar por los problemas, que no fluye en el día a día, que problematiza más de lo que soluciona. Un adulto que no sabe quién es, qué le gusta, qué lo llena; en mi opinión es un adulto que llegó a la adultez sin madurez.

Predominan en amplia mayoría los adultos sin madurez, predomina en amplia mayoría los adultos que son una decepción (¿será que cuando chicos no jugaron lo suficiente, no exploraron lo suficiente?). Tal vez será por eso que considero una mala palabra, un insulto, un descalificativo “ser adulto”. Muchos confunden u homologan los términos “adultez” con “madurez”… ojalá así fuese pero lamentablemente no lo es.

No dejo de preguntarme cuán diferente sería el mundo si predominasen los adultos que no son una decepción, y con esto no me refiero a adultos perfectos. Adultos con capacidad de reconocer errores, que simplemente estén a la altura de lo que dicen, mandan o esperan de los demás, adultos que se desempeñen todos los días en actividades que les provoquen pasión, adultos con capacidad de contagiar ese amor, esa pasión que sienten, adultos interesantes, abiertos al cambio, la creatividad y las sorpresas del día a día, adultos que hayan superado el rencor, la envidia, la frustración, el odio; adultos simples (no superficiales) con capacidad de profundizar, adultos abiertos a jugar. Eso es un adulto para mí.
Entonces el modelo predominante de adulto termina recurriendo a complejizar y enroscar cosas simples para simular madurez o inteligencia; así es como devalúan su credibilidad, el concepto de autoridad, fomentan la rebeldía y pensamientos negativos innecesarios por parte de los que tienen a su cargo. Su falta de juego y exploración les robó su capacidad de profundizar y reflexionar, les robó su capacidad de permanecer abiertos y fluir. Y de ahí nacen los problemas. Cuán diferente sería la infancia de hoy en día si hubiese padres realmente adultos, ¡cuán diferente sería la adolescencia!; cuán diferente serían los empleados si hubiesen jefes así; cuán diferente sería el mundo si las autoridades (maestros, policías, políticos, etc.) fuesen este tipo de adultos.

2 comentarios:

  1. Hola soy Alan me diste tu blog hoy la verdad es interesante...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Alan!! Me alegro de que hayas podido entrar. Nos estamos viendo en los pasillos. Te mando un abrazo!!

      Eliminar