Hay un pensamiento “zen” que últimamente me está molestando y mucho. La frase “que no te afecte” dicha como parámetro de límite en pos de la salud mental. La idea de que uno siempre tiene que estar en paz con todos y con todo, aun cuando los demás o las situaciones son desfavorables o atentan contra uno mismo. Aceptando como válida la premisa de que si simulo bienestar se elimina o se previene toda la catarata química de malestar corriendo por las venas de uno mismo.
Lo cierto es que necesitamos gente que se deje afectar por la actividad que desempeña porque es la única manera de que genere cambios y soluciones.
Si tenemos un presidente, economistas, diputados, intendentes, o directores que no se dejan afectar por su rol qué tipo de compromiso podemos esperar. Preferiría no vivir en un país así, habitado por tibios que viven “equilibrados”. O en el campo de los profesionales, ¿qué se pretende? Profesionales “zen” que vivan como si todo estuviese bien, que no se atrevan a mantenerse firmes y luchar por una causa para no generar roses ni conflictos, que no se lleven los problemas a la casa para que no les repercuta en su vida personal. ¿Qué tipo de profesionales serían? ¿Qué tipo de sociedad está creando la filosofía esta de “no te lleves los problemas a tu casa”, “esto es un trabajo, tenés que aprender a aceptarlo y que no te afecte”?
Si la vida, si los problemas no te transforman, no te cambian, no te mejoran, no te moldean, sinceramente no entiendo cuál es el objetivo.
Por supuesto que uno debe elegir sus batallas, pero siempre teniendo en cuenta que hay principios inquebrantables. En paralelo tiene que haber interés personal en mejorar y sobre todo en aquellos que se desempeñan en un puesto de servicio o de liderazgo; indefectiblemente tiene que haber interés en una evolución grupal.
Noticia para las masas: la evolución duele, la evolución cuesta, la evolución se hace en base al esfuerzo. Ningún cambio favorable en el mundo se ha logrado gracias a gente que no se involucra, que no se dejó afectar por la adversidad del sistema y las masas. No por nada pasión tiene más que ver con dolor que con paz.
Dirigentes apasionados, líderes apasionados, profesionales apasionados. Gente involucrada que lleve su vocación de servicio con vehemencia. Eso falta.
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