Así me dijo un compañero intentando justificar su accionar.
Hay cosas que nunca voy a entender, porque es evidente que yo no soy “gente”, soy individuo. Y como individuo nunca pienso como masa ni pretendo el respaldo de la mayoría ni abogo por su dictadura numérica.
¿Cuál es el poder de la mayoría? La presión de grupo que te chantajea implícitamente de forma continua, eso es represión y censura de la más vil y cotidiana, legal y socialmente correcta. La masa contra el individuo. El ejército de obsecuentes a la mayoría contra el libre e independiente.
La masa te animaliza y te aleja de lo humano, de los valores, de la verdad. Solo basta con ver la sociedad y cómo cada día más, cada sistema humano; el político, el económico, todo sistema público y privado, el sistema de salud, todo sistema humano; se rige por la ley de la selva donde gana el que grita más fuerte, donde llega al poder el que tiene mayor viveza y vive con más estrategia, donde para no ser matado se te obliga a matar y a pisar cabezas.
La masa es un monstruo equivocado que indefectiblemente termina corrompiéndolo todo.
Somos pocos los individuos y sobreabunda la masa. ¡Despierten!
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