“Uno
nace varios, y muere uno solo” (Paul Valéry)
Siempre
creí que uno estaba destinado a alguna cierta carrera o a alguna actividad, que
tendría que encontrar ese algo que lo hiciese vibrar y sería en ese entonces
cuando todo cobrara sentido en su vida. Hoy, lejos de desestimar esa idea,
trato de sumar un nuevo ángulo al entretejido existencial; se me ocurre que hay
personas que desarrollan su vida con pasión, no pasión por una carrera o una
actividad específica sino más bien pasión por vivir. Sean lo que sean, hagan lo
que hagan, lo harán desde la profundidad de su ser y les fluirá pasión.
¿Cuántos
“yo” mueren cuando nos limitamos a un solo camino? ¿Cuántos mueren cuando nos
clausuramos al descubrir, al experimentar la vida y apreciar su diseño? ¿Cuán
diferente podría haber sido nuestra vida si cambiásemos algunas decisiones y
algunas circunstancias?
Uno
tiene tiempo para vivir una sola vida… pero por favor que sea pasión. El estado
“pasión”. De la forma que sea, con la actividad que sea, en el lugar que sea,
en las circunstancias que sean, pero que sea pasión.